No es un refrán de mi autoría y en
realidad la palabra original no es trasero. Lo recordé hace unos días de un querido
jefe que tuve hace muchos años, quién me ayudó mucho en mi formación como
abogado, y casualmente la pronunció luego de unas elecciones para la
Presidencia. En ese momento no la entendí y más bien ofendió el recinto en que
nos encontrábamos, pero con el tiempo resultó ser cierta y muy dolorosa como la
correa.
No quiero de ninguna manera orientar
una tendencia de voto, respeto este derecho voluntario, libre y secreto de
todos los ciudadanos, mucho menos será mi interés lanzar arengas peyorativas en
contra de los contendores a la Presidencia. Lo que pretendo es, con datos
legislativos, observar ciertos periodos, con la finalidad de que cada lector
convenga la inclinación u orientación que tuvo ese periodo o Congresista
ponente, lo cual por demás, dejo para investigación su identificación oficial.
La Ley 797 de 2003 (art. 9), que
reformó la Ley 100 de 1993, previó que a partir del 1 de enero del año 2014 la
edad para pensión se incrementará a cincuenta y siete (57) años de edad para la
mujer, y sesenta y dos (62) años para el hombre.
La misma ley eliminó la mesada 14
para los pensionados actuales y aumentó el número de semanas cotizadas, así: a
partir del 1 de enero del año 2005 el número de semanas se incrementará en 50 y
a partir del 1o. de enero de 2006 se incrementará en 25 cada año hasta llegar a
1.300 semanas en el año 2015.
Como coautor y ponente de la Ley
50 de 1990, se incorporaron las modalidades
contractuales de cooperativas de trabajo asociado, el contrato sindical, los
contratos a término fijo y los civiles, que abarataron los costos laborales.
Con la Ley 789 de
2002 impulsó la disminución de las indemnizaciones por despido injusto, redujo
los pagos por concepto de recargo nocturno, horas extras, dominicales y
festivos, e igualmente dispuso que en los pagos por concepto de salarios caídos
su reclamación cubra tan sólo dos años.
Entretanto, el
Decreto 3770 de 2009, derogó el subsidio familiar de los soldados profesionales
y mediante el Acto Legislativo 01 de 2005 derogó todos los regímenes
pensionales especiales existentes.
Estas realidades
hablan por sí solas, no hace falta mayor explicación ni disertación en un texto
para que se convierta largo y aburrido. Para
finalizar solo basta decir, que como dijo mi querido amigo, “Cuando el
‘trasero’ quiere sangre pide correa”, no obstante, lo preocupante del tema es
que, a veces ni siquiera conocemos cuáles serán las consecuencias de nuestras
decisiones libres y voluntarias, pero bueno, finalmente muchos lo han advertido
de tiempo atrás y así la conciencia propia queda algo anestesiada y tranquila
de la verdad.